Concepción Gutiérrez de Marco, narradora, traductora y ensayista, pero sobre todo poeta.
La obra de Juan Antonio Gaya Nuño no podría ser explicada sin la figura de Concha de Marco, Concha forma parte indisociable en su quehacer y en su existencia.
María de la Concepción Juliana Gutiérrez de Marco, que firmó sus libros poéticos y ensayos como Concha de Marco, nació en la ciudad de Soria el 23 de mayo de 1916 en la Plaza de Ramón Benito Aceña, en un edificio que era propiedad de la familia Gaya Tovar y en la que se habían alojado los hermanos Bécquer (Gustavo Adolfo y Valeriano) hacia 1860.
Concha y Juan Antonio, traban conocimiento –como ella bellamente ha descrito- en las Navidades de 1935 y ya solo la guerra y, sobre todo, el posterior encarcelamiento de Juan Antonio les separan físicamente. 16 de Julio de 1937-, encarcelado Juan Antonio tras concluir esta hasta febrero de 1943-, Concha subsiste durante esos años de presidio merced a su trabajo como profesora ayudante de clases prácticas de Ciencias Naturales. Tras el encarcelamiento de Juan Antonio no volverá a ejercer la enseñanza, dedicándose de lleno a ayudar a su marido en la tarea de recogida de catalogación de materiales, a una notable labor de traductora y a su realización como escritora, esencialmente en el plano poético.
Debemos consignar algunas de las valoraciones que su obra merecía a autores y críticos como, entre otros, Dámaso Alonso, Antonio Buero Vallejo o Francisco Yndurain.
Buero Vallejo decía en una entrañable carta a Concha: <<Mil gracias por tu “Diario de la Mañana”. En serie, en serio, me ha gustado mucho. Mejor: me ha atrapado, pues gustar es una palabra dulce, y tu poesía no es dulce, aunque sea tierna y suave cuando tú quieres y amarga cuando debe serlo. Pura ternura o tierna dureza…>>.
Francisco Yndurain, por su parte, escribia de <<Acta de Identificación>>: <<Es un purísimo goce de expresión y de sentidos. Qué maravilla de captación en la España (o Hispania) profunda (…) Ya tienes una obra personalísima y tan bella!. Soria sigue estimulando poesía de la mejor ley>>
Dámaso Alonso, comentando <<Acta de identificación>> (1969), indicaba que se encontraba ya un poco insensibilizado para la poesía <<por la mucha buena, formalmente buena, rutinariamente buena, es decir, malamente buena que se escribe>> y concluía en su carta a Concha: <<De vez en cuando viene un libro a sacudirme, y esto ha ocurrido con el suyo>>.
Estas valoraciones de la obra de Concha es la constatación de su importancia capital en la trayectoria humana y en el quehacer individual de Juan Antonio Gaya
Concha forma con Juan Antonio una simbiosis sustentada en unos mismos ideales.
La trayectoria vital y aún el quehacer intelectual de gaya Nuño no se puede comprender en plenitud sin tener en cuenta su, más que relación, <<unicidad>> con –en- Concha de Marco.
Se confesaba autodidacta. Soy huérfana, mi Preceptor ha sido, y es, la Vida, mi profesor yo misma y mi Maestro lo Sobrenatural
El espíritu de rebeldía, su afán de independencia, la altura de sus principios, la honestidad de su comportamiento y la valentía que demostró al enfrentar su destino, son las virtudes que debemos conservar
Concha de Marco (Soria, 1916-Madrid, 1989): espíritu rebelde